En el turno de ruegos y preguntas del último pleno de 2017, la portavoz de Compromís per Castalla, Lusa Monllor, valoró el trabajo de fiscalización que los grupos de la oposición ejercen sobre el equipo de gobierno, pero lamentó que “es imposible llevar la oposición en este Ayuntamiento”, por lo que “hay que volver a ser democráticos, justos, y poner en valor la tarea y el trabajo que todos hacemos aquí, tanto el equipo de gobierno, gobernando, como la oposición, haciendo su labor de fiscalización”.
Cabe señalar que en el Ayuntamiento de Castalla no hay ningún concejal de la oposición liberado, ni total ni parcialmente, a pesar del importante volumen de trabajo que manejan, algo que Monllor consideró “una injusticia y anomalía democrática que tendría que cambiarse”.
La edil valencianista expuso que los portavoces de la oposición, “aquí donde nos veis, nos leemos expedientes, sin tener tiempo, nos leemos montones de folios, para saber lo que podemos hacer, y hemos llegado a abstenernos porque no sabemos lo que estamos votando, y no me da vergüenza reconocerlo”. Este extremo lo confirmó posteriormente la portavoz socialista y exalcaldesa, Maite Gimeno, quien, aunque actualmente forma parte del equipo de gobierno, ha pasado varios años trabajando en la oposición cuando gobernaba el Partido Popular.
La portavoz de Compromís sostuvo en el pleno que es “muy difícil conciliar la vida laboral, la vida familiar y la vida política, y llega un momento en que hay que valorar el trabajo que los de esta parte [en referencia a los grupos de la oposición] también hacemos”.
Por tanto, el ruego de Monllor y su grupo consistió en solicitar “que se estudie de qué manera se pueden liberar portavoces de los grupos de la oposición, que se llegue a un compromiso por parte de todos los partidos políticos de decir «vamos a sentarnos», pero de verdad, vamos a estudiarlo y a ver de qué manera se puede corregir esta injusticia que se ha cometido en el Ayuntamiento de Castalla”.
Retomando la intervención de Maite Gimeno, la portavoz socialista recordó que esta “es una reivindicación de hace muchos años, tanto de Compromís como del PSOE, y espero que sea una realidad, que todos podamos sentarnos y dejar atrás el pasado, donde siempre decían que, a la oposición, ni agua”.
Gimeno se mostró muy dispuesta a buscar una solución para que “el día de mañana, que el que esté gobernando pueda gobernar y el que esté en la oposición pueda trabajar, fiscalizar y votar en conciencia y sabiendo lo que vota”.
Por su parte, el alcalde, Antonio Bernabeu (Cs), propuso mantener una reunión de portavoces con algún técnico del Ayuntamiento “que nos diga qué se puede hacer, si es posible, y cómo se puede incluir en los presupuestos”. Según ha podido saber este periódico, de momento ya se han celebrado dos reuniones y se barajan varias propuestas, si bien aún habría que valorarlas y consensuarlas.
Por último, tanto Antonio Bernabeu como Lusa Monllor coincidieron en que la forma de hacer política a nivel local “tiene que cambiar”, porque tanto el equipo de gobierno como la oposición “trabajan por el bien de nuestro pueblo”.