El Ball dels Espies, el baile más multitudinario de cuantos se celebran en la Comunidad Valenciana batió su propio récord de participación en las pasadas fiestas de Moros y Cristianos de Biar. Este singular acto, que simboliza la conquista de la villa por parte del bando moro, congregó a 670 parejas, 120 parejas más que en las fiestas de 2017, y doce bandas de música, tal y como señalaba la edil de Fiestas, Cristina Hernández.
Asimismo, destacaba la excelente participación de festeros y de público durante todas las fiestas y el hecho de que la meteorología haya respetado la celebración de todos los actos.
Se trata de una danza ancestral donde los danzadores van vestidos de manera peculiar, con ropas antiguas. Es una danza de movimientos sencillos. Las parejas bailan enfrentadas haciendo pasos pequeños al ritmo de la música. Cuando la música para, los bailadores se quedan inmóviles y aprovechan estas pausas de la música para avanzar un poco hacia delante.
Detrás de la comitiva va la Mahoma, acompañada de la madre de la Mahoma, el versador y el apuntador o consumeta, y detrás de la Mahoma un espía se encarga de estirar las cuerdas que hacen que la Mahoma mueva los brazos y la cabeza. El versador recita versos satíricos relacionados con algún vecino o hecho ocurrido en la localidad. Con anterioridad al baile, tiene lugar la Medició dels Espies. En este acto se mezcla la representación y el folklore y simboliza como las tropas moras intentaban conquistar la fortalesa, disfrazándose para no ser reconocidos.
Por otro lado, el alcalde, Julio Sanjuán, expresaba su satisfacción por la vistosidad de los boatos que “denotan una recuperación econòmica”. Sanjuán destacaba la gran participación y también la fuerte implicación de los festeros.