Unos días antes de las Fiestas de Ibi se lio una buena en la sede de la Asociación de Vecinos de La Dulzura, durante una reunión informativa sobre la zona de esparcimiento canino que el Ayuntamiento tiene previsto instalar, y de hecho ya lo está haciendo, en la glorieta Félix Rodríguez de la Fuente, un pequeño parque semiabandonado al que nunca iba nadie pero que ahora parece que era el centro neurálgico del barrio. Tranquilos, que más ponzoñoso y descuidado que estaba antes no va a estarlo ahora, porque eso es casi imposible. Al contrario, con la zona para perros la limpieza y cuidados van a ser mucho más intensos en éste que, posiblemente, en cualquier otro parque de la villa, de modo que se impone calmarse un poco, escuchar antes de hablar e informarse del proyecto, propio de una ciudad moderna y sin prejuicios.
En aquella reunión estuvieron todos los representantes políticos municipales, incluido el alcalde, con el objetivo de informar y no de consultar, porque la decisión ya estaba tomada y, afortunadamente, sigue siendo firme. No obstante, los alrededor de ochenta asistentes, en su mayoría detractores del proyecto, se propusieron reventar el acto con argumentos de todo tipo, muchos de ellos de lo más peregrino, por no hablar de insultos y salidas de tono de todos los colores, consiguiendo desbordar a los concejales, que no se esperaban el panorama con el que se encontraron. Por eso, reiteramos nuestra enhorabuena por haberse mantenido firmes en el proyecto, porque estas cosas o se hacen así o no se hacen.
Desde siempre, a los vecinos les asustan las novedades, máxime si se montan una película tan equivocada como que una zona de esparcimiento canino es lo mismo que un cagadero para perros y un foco de infecciones que ni en la Edad Media con la pesta negra. Pues miren, no. Los interesados pueden acercarse hasta el parque aledaño al hospital de Alcoy y comprobarlo.
Estos parques están perfectamente acotados y acondicionados para que los mejores amigos del hombre puedan correr y saltar, estirar las patas en definitiva, dado que fuera de allí han de ir atados. Hay columpios, fuentes, bancos, expendedores de bolsitas y zonas preparadas para hacer pipí y popó, que todo es preciso, pero el objetivo no es ir allí exclusivamente para eso, ni mucho menos. Y, por supuesto, siempre contando con la educación y responsabilidad de los dueños para mantener limpio el recinto porque, si no, mal empezamos.
Nunca es bueno precipitarse ni hablar antes de tiempo, y mucho menos vociferar y perder las formas. Paciencia, tolerancia y respeto, que pronto se verá el resultado y se podrá opinar basándose en algo sólido y palpable, más allá de falsas creencias, prejuicios infundados y argumentos torticeros y apocalípticos.
Todo esto esta muy bien,pero lo que no puede ser es que las calles de Ibi,DEN ASCO,por el olor a los orines y demás necesidades de los perros,es un problema de salubridad publica,por favor que vas por la calles y sobre todo por la zona centro y estan las aceras con meadas de perros y caquitas,y parece que mucha normativa y poca aplicación de la misma,es una asquerosidad como esta el centro de Ibi por culpa de los insensatos que les da igual,por lo cual menos palabras y mas sanciones.