La Guardia Civil de Alicante ha detenido en Castalla a un español de 30 años como presunto autor de quince delitos de robo en interior de vehículo, tres de hurto en interior de vehículo, uno de robo con violencia e intimidación, dos delitos de robo con fuerza en las cosas y un delito de daños.
Segun fuentes de la Benemérita, "los habitantes de la localidad de Castalla han sido víctimas, los últimos meses, de unos incómodos robos en sus coches, especialmente en dos zonas de aparcamiento bastante singulares: el cementerio y el tanatorio".
Al parecer, un ladrón estaba utilizando estos lugares para cometer sus delitos, llegando a producirse hasta nueve robos en los vehículos.
El peor de los casos lo sufrió una mujer de 59 años mientras caminaba por el párking del cementerio a plena luz del día, cuando se encontró a este individuo encapuchado que le amenazó con un cuchillo de grandes dimensiones para intentar robarle las llaves del coche.
La Guardia Civil explica que, "como la mujer no reaccionaba de los nervios del momento, y al no conseguir las llaves, [este individuo] rompió violentamente la ventanilla del coche y se llevó su bolso".
Ya las primeras denuncias de este tipo pusieron sobre aviso a la Guardia Civil de Castalla, que junto a los agentes del area de investigación de Ibi comenzaron sus primeras pesquisas para dar con el autor de estos delitos "de mal gusto".
Al estrecharse el cerco de los agentes a los robos, el presunto autor fue ampliando su zona delictiva hasta el polígono, el polideportivo y otros locales, acumulando un total de 22 delitos, siendo la mayoría de ellos cometidos en el interior de vehículos.
La investigación condujo a los agentes hasta un joven de la localidad. Una vez se supo de quién se trataba, se realizaron vigilancias sobre el sujeto y en una de las ocasiones en las que iban tras su pista, les sorprendió ver que utilizaba un poste del cementerio como torre vigía desde el que seleccionaba los vehículos de sus víctimas.
La colaboración ciudadana también ha sido clave en esta operación. Varios vecinos acudieron a la Guardia Civil a informar de que este individuo intentaba vender los artículos robados a terceros, en su mayoría teléfonos móviles, y gracias a eso se pudo recuperar parte del botín.
Los objetos que por sus características no conseguía vender, los intercambiaba por dosis de sustancias estupefacientes, hechos que también se están investigando por los agentes.
Finalmente, tras recabar indicios suficientes, este hombre, español de 30 años, ha sido detenido, como presunto autor de 15 delitos de robo en interior de vehículo, tres de hurto en interior de vehículo, uno de robo con violencia e intimidación, dos delitos de robo con fuerza en las cosas y uno delito de daños, y puesto a disposición judicial, quedando en libertad con cargos.
Los objetos robados recuperados han sido devueltos a sus propietarios, concluye la información facilitada por la Guardia Civil.