Atrás quedaron los años de papel y subrayador fosforito como materiales principales para la enseñanza. Así lo demuestra, de una forma valiente y pionera, el Instituto de Educación Secundaria (IES) La Creueta de Onil, el primer centro de la comarca, y uno de los pocos de la provincia de Alicante, que ha decidido instaurar los libros electrónicos como el recurso principal sobre el que girará la enseñanza de sus alumnos, dejando de lado los costosos y pesados libros de texto impresos y prescindiendo también de la ‘tiranía’ de las editoriales o los cambios políticos que llevan aparejados, a su vez, cambios de libros.
Se trata de alcanzar un proyecto educativo diferente y con infinitas posibilidades, donde cada profesor genere su propio material didáctico y las asignaturas entronquen entre sí como en una telaraña virtual, un internet a pequeña escala que facilitará el aprendizaje de los alumnos y les ofrecerá una visión global de las materias, incluso entre los diferentes cursos.
Todos los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) del IES La Creueta comenzarán las clases el 8 de septiembre con una mochila bien ligera, pues sólo necesitarán llevar a clase su tableta electrónica con la batería totalmente cargada y con las materias correspondientes instaladas en la memoria del dispositivo.
El responsable de este proyecto, coordinador del banco de libros digitales y vicedirector del IES La Creueta, Iván Vidal, reconoce que en este primer año de implantación total los padres no van a notar tanto el ahorro, pero sí en los cursos siguientes. “Las familias pasan de gastarse unos 400 euros en libros de texto a invertir unos 70 euros gracias al formato digital, así que la diferencia es abismal”, señala.
Como todo en esta vida, las novedades y los cambios suelen inquietar, tanto a los alumnos como a los padres y profesores. Estos últimos están trabajando duro para dar el salto desde lo analógico a lo digital, adaptando su metodología a este nuevo sistema, rápido y efectivo, e incluso creando su propio material, de modo que el coste es cero. En el caso de los padres y alumnos, el porcentaje de aceptación del proyecto digital ronda el 70%; es decir, siete de cada diez alumnos lo aprueban y sólo tres de cada diez se oponen a romper esta barrera que supone el futuro de forma irremediable, de modo que cuanto antes se acometa, mucho mejor.
Iván Vidal explica que, para poder desarrollar este proyecto en condiciones, ha habido que instalar fibra óptica en el Instituto, gracias a acuerdos entre el Ayuntamiento y la empresa TotCable y, para que el alumnado utilice las tabletas para estudiar, y no para jugar, acceder a redes sociales y, en definitiva, distraerse, cada dispositivo lleva instalada una aplicación que avisa de un uso indebido. Asimismo, habrá un filtro que sólo permitirá el acceso a las aplicaciones o páginas útiles y necesarias para el proyecto educativo.
De todos modos, el impulsor de este proyecto, junto con el informático del centro, Toni Francés, aclara que el dispositivo, al fin y al cabo, es lo de menos, puesto que “lo que a nosotros nos importa es el objetivo final: que el alumno sea partícipe de su enseñanza, que aprenda a aprender, y poder mejorar nuestro sistema educativo”.
Vidal deja claro que este método no supone un abandono de la lectura y la escritura: “La libreta y el papel siempre están ahí”, pero hay que rendirse a la evidencia de que nuestros jóvenes son nativos digitales, por lo que hay que trabajar con sus herramientas, estableciendo un nexo entre las diferentes asignaturas, para que todas estén relacionadas, de modo que se pueda aprender y recordar más contenido y con mayor facilidad.
“El cambio es utópico”, dice Vidal, “pero alguien tiene que empezar por algún sitio, tirarse a la piscina”. Y en esas están.
El resultado, el tiempo lo dirá, pero, de momento, los profesores de Bachillerato de La Creueta también se plantean adaptar este sistema, mientras que desde otros institutos observan con interés esta iniciativa colivenca.